16 de octubre de 2015

Tu abrazo, mi hogar

Tras los miedos y las dudas, sigues aquí a mi lado. Con esa sonrisa  irradiando felicidad que tanto me gusta y que tantas respiraciones me quita. Temía que tras aquella noche, nada volviera ser lo mismo que vieras algo en mi rutina que pudiera asustarte, pero no. Nuevamente me sorprendes y te hagas ese cielo a cada segundo que pasas a mi lado

Tras aquella noche nos anhelamos mas, nos deseamos más..nos necesitamos más.

Me despierto muchas mañanas con la pregunta de que por qué no me despierto teniéndote a mi lado, por qué estás en otra cama que no es la mía.

Sueño noche tras noche ese momento de poder dormir abrazada de nuevo a tu espalda y despertarme con el sabor de tus besos por mi piel.

Podría darte las gracias por mil cosas, tantas que la lista sería eterna. Supongo que no entiendes este afán mio por agradecer algo que tu crees que merezco, pero soy así no puedo evitarlo. Hace poco me lo decían, que me tocaba ser feliz sin altibajos, sin daños, simplemente siendo feliz. Y si, por primera vez no hay altibajos, no hay pullas, no hay celos, no hay malos entendidos...solo hay alegría, solo estamos tú y yo...el resto sobra.

Muchas veces no eres consciente de cuanto hacer por mi, de cuanto me demuestras tus sentimientos ni cuan buena persona eres en todos los sentidos. Es un mal menor, ya sabes que me encargo feliz de recordártelo a cada segundo, mientras me pongo como objetivo (a largo plazo ya que no te quiero lejos de mi lado) hacerte feliz...