¿Qué es salir de
nuestra zona de confort?
¿Es ir por la calle más
tarde de lo normal?
¿Es hablar a esa
persona que echas de menos?
¿Es dejar de echar de
menos a quién no te busca?
¿Es decir que NO a un
plan?
¿Es decir si a un
plan que te da miedo?
¿Es abrirte sin saber
qué pasará?
¿Es hablar en público?
¿Es mirar a los ojos
a la ansiedad?
¿Es apagar las redes sociales y
encender las conversaciones frente a frente?
¿Es aprender que hay
gente que no se quiere quedar en tu vida?
¿Es decir adiós a
aquellos que dan oscuridad que no necesitas?
¿Es intentar confiar
en la gente pese a todas las cicatrices que duelen?
Puede ser todo o puede ser nada, eso lo decidimos nosotros.
Pero hay que aprender a decidir que es salir de nuestra zona de confort, que se
merece tu tiempo y que no. Incluso es decidir que no quieres salir, que ahora
no tienes fuerzas y que prefieres recomponerte primero. Importa lo que nosotros
queremos que importe, no lo que el mundo quiere que nos importe.