19 de noviembre de 2015

Cuentos de la vida real

Locura es esa palabra que nos rodea desde el principio, aquel Agosto donde ninguna entendía qué nos pasaba. Aquel Agosto donde desde la distancia dos personas se sentían más cerca que nunca: mensajes, llamadas, preguntas, risas, miedos, ilusiones...y dudas, muchas dudas que poco a poco desaparecieron.

Ahora tras algo más de tres meses desde aquel Agosto siento que eres mi persona, eres mi pilar. Aquel al que quiero contar mi día por muy aburrido que haya sido. Aquel que aguanta mis enfados de niña pequeña, mis risas tontas sin ninguna razón, mis momentos melancólicos al no tenerte cerca. Conoces lo peor y lo mejor de mi, pero no te has ido, sigues a mi lado...y solo con ese pequeño gran gesto ya me haces feliz.

Aún tengo muchas cosas que mejorar, cosas que no ves pero yo si y que hacen que piense que no soy suficiente buena para alguien como tú. ¿De donde saliste? No creo en los príncipes azules, pero eres el que más se parece. Por suerte no lo eres, no me gusta la perfección. Te quiero así, sin más.

Empiezo a dudar si decir que te quiero se acerca a mis sentimientos, es una sensación de saber que podría convivir contigo, de que iría bien y de que es lo que ambos en nuestro interior necesitamos pero dado las circunstancias no lo pronunciamos...que se me encoje el corazón y me entran deseos de abrazarte y no soltarte.

No voy a prometer un para siempre y comieron perdices, creo que eso prefiero demostrártelo día a día para que veas que mientras me quieras cerca...no me voy a alejar de ti.

Nuestra locura, mientras sea nuestra...dará menos miedo si estás a mi lado. Te quiero

No hay comentarios: