7 de mayo de 2014

Debilidades

Es curioso que tengamos la cobarde costumbre de negar lo que sentimos en el pasado, negar lo que alguien ha podido marcarnos en lugar de reconocerlo y aceptarlo. Pensaba que solo una persona rompería mis costuras al pensarla, pero me equivocaba: a la lista de debilidades debo añadir un segundo nombre, el tuyo.

Me parece sorprendente cuanto pudiste marcarme en tan poco tiempo, cuánto habría sido capaz de hacer porque eso que teníamos no acabara, y cuántas cosas que nunca creí posibles contigo si lo fueron. No quiero que parezca un intento de reclamar tu atención, a estas alturas doy por hecho que el valor de esos recuerdos no es el mismo para ti que para mi, no te culpo la que empezó a sentir más de lo que debía fui yo.

Tampoco quiero que parezcan palabras escritas por una chica despechada, porque realmente no me siento así, aunque alomejor debería. Pero no puedo sentirme así, aunque no sepas ni por qué ni cómo te debo más que unos cuantos momentos. Lograste que cerrará historias que nunca había logrado cerrar.

Probablemente escriba todo esto en un intento de ir cerrando este capitulo mientras busco cariño en otros labios y otros abrazos al mismo tiempo que espero que aparezca ese príncipe azul que no acabe desteñido en marrón.

No hay comentarios: