Tú y tus siempre acertados consejos, consejos que probablemente me llagaran demasiado tarde y que podrían haberme ahorrado mas de una caída durante este tiempo. Tampoco me arrepiento de mis decisiones ya que las tome basándome en un sentimiento y no soy capaz de arrepentirme por ello.
Tantas veces me dijiste que me felicidad estaba por encima de cualquier cosa, tantas veces me recordaste que nuca debía dejar de sonreír, que siempre sería la princesa de la casa...que muchos días me levanto anhelando esas palabras que me daban fueras para comerme el mundo cuando muchos solo querían verme hundida en la miseria.
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