20 de junio de 2013

Partida de Black-Jack

Me dejé llevar.

No supe controlar mis sentimientos.
Sabía que dolería.
Pero no supe controlar.
La herida sangra.
Sangra porque me caí otra vez.
La misma piedra.
La misma piedra y me caí.
¿Me arrepiento?
¿No me arrepiento?
¿Tendría que arrepentirme?
Debí mirar por dónde andaba.
No debí correr.
Normal que me haya caido.
No quería jugar.
¿O si quería jugar?
Pero jugué.
Jugué y volví a apostar mi corazón en una mesa de blackjack.
Ahora mi corazón está en la mesa.
Mi corazón espera que alguien lo coja.
¿Alguien lo va a coger?
¿Alguien lo quiere?
Solo necesita un poco de paciencia.
Bueno necesita mucha paciencia.
Demasiada paciencia.
Nadie en esta vida tiene tanta paciencia.
Nadie querá hacerse cargo.
Cuanta ingeniudad.
Soy demasiado ingenua.
Nunca aprenderé.
¿Aprenderé algún día?
Espero que si.
Bueno ya da igual.
Me pintaré una sonrisa en el rostro.
Pintar sonrisas es útil.
Pintar sonrisas es muy útil para mentir.
Si, me pintaré una sonrisa...



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