Quiero hacer callar a mi corazón.
No deja de repetir que por qué te dejé marchar.
Intento no esucharle, pero es imposible.
Intento evitar que una a una las lágrimas empañen estos ojos ya cansados de todo.
Busco un motivo para levantarme a cada amanecer, pero me cuesta.
Me miro al espejo y me pregunto dónde quedó esa chica que estaba dispuesta a dar todo por ti.
"Todo"...demasiado abarcaba esa palabra.
Tanto tenía que arriesgar, que dudo de si era lo correcto.
Una vez, tú ya pensaste esto; ahora lo pienso yo.
Supongo que es cuestión de tiempo, o eso dicen las malas lenguas.
Espero que sea cierto, porque a largo plazo esta, fue la mejor decisión.
1 comentario:
Las decisones no tienen por qué ser ni buenas ni malas, simplemente, eso son, decisiones. Y para bien o para mal las elegímos hace rato y ya no hay vuelta atrás.
UN SALUDO!" (:
Publicar un comentario