Tantas ganas de andar por esa arena, de caminar cuando solo estoy yo en la playa.
Tantas ganas de que las olas se llevan estos pocos recuerdos amargos y la sal haga cicatrizar esta pequeña herida que tengo.
Tantas ganas de despertarme con el olor a mar en la punta de la nariz.
Tantas ganas de dejar la ciudad y alejarme de todo por unos días.
Tantas ganas de ese faro que me roba la razón cada vez que voy a verlo.
Tantas ganas de Galicia.
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