10 de abril de 2012

Camaleones

Una cabeza que piensa.
Un deseo que te ronda.
Una realidad que lo aplasta.
Una ilusión que lo vuelve a revivir.
Unos ojos que ven esos ojos y se derriten.
Un sentimiento que no puedes evitar.
Un segundo tan corto a su lado.
Unos días tan largos sin verle.
Unos defectos insignificantes.
¡Unas virtudes importantísimas!
Unas palabras tan obvias, que empiezan a ser cantosas.
Unos pensamientos que no puedes apartar.
Camaleones.